Mañana y pasado, quienes acudan al
Registro Civil de Vilagarcía se encontrarán con un cartel que les indicará que
serán atendidos en las oficinas del juzgado número 2. Una de las funcionarias
que habitualmente atiende el registro se acogerá a un permiso por motivos
personales y la otra está, actualmente, de baja. Como quiera que el Registro
Civil no puede cerrarse, los ciudadanos serán atendidos, aunque en la práctica
los funcionarios se limitarán a tomar nota de sus demandas y necesidades, ya
que ese departamento requiere de unos conocimientos tan específicos que un
funcionario que no haya sido formado para realizar esas labores y manejar el
programa informático no será capaz de hacerlo.
Esta paralización práctica del Registro Civil sería una
situación puntual y extraordinaria si no fuese porque, a partir del mes de
febrero, podría convertirse en crónica. Así lo ha denunciado el Sindicato de
Trabajadores da Administración de Xustiza (STAJ). Explican que este
departamento cuenta, desde hace once años, con una trabajadora de refuerzo.
Pero, tras la huelga judicial, se acordó convertir esos refuerzos en plazas
consolidadas. Solo que, en el caso que nos ocupa, esa plaza no se crea en el
juzgado número 2 de Vilagarcía, sino en el decanato. «Iso
supón que o Rexistro Civil vai estar atendido por unha soa persoa, que xa non é
suficiente de ordinario e por iso durante once anos houbo un reforzo. E cando
esa persoa que atenda teña permisos ou vacacións, tampouco quedará ninguén alí»,
explica Enrique Araújo, de STAJ.
Según el sindicato, la titular del juzgado número 2 ya ha
transmitido a Xustiza que la pérdida de un profesional supondrá un serio
problema y pidió un refuerzo, como también ha hecho el STAJ. A fin de cuentas,
hablamos de uno de los registros civiles más grandes de la provincia, con
cientos de expedientes abiertos y en el que se expiden una media de 70
certificaciones diarias.
Recoger solicitudes
Dejar esa oficina con una única persona supondría que esta no
podrá apenas atender al trabajo diario, y que cuando se ausente, quienes
precisen de ese servicio tendrán un problema, porque los funcionarios del
juzgado «recollerán as solicitudes para que, cando ela volva, as
atenda». Eso tendrá una consecuencia clara: el colapso de un servicio imprescindible
para resolver trámites revestidos, en ocasiones, de una cierta urgencia.
Otra alternativa sería derivar a ese servicio a uno de los
trabajadores del juzgado número 2, pero eso se haría a costa de mermar una
plantilla de por sí escuálida y cargada de trabajo. A fin de cuentas, este
juzgado, igual que los demás de Vilagarcía, figuran «entre os
máis atascados do Estado», según señala Enrique Araújo. A su
juicio, en todos los juzgados de la capital arousana hace falta más personal.
STAJ, sindicato independente e específico de Xustiza, sen subvencións e sen ataduras.