miércoles, 12 de diciembre de 2018

A falta de persoal amenaza con paralizar o Rexistro Civil de Vilagarcia.

Mañana y pasado, quienes acudan al Registro Civil de Vilagarcía se encontrarán con un cartel que les indicará que serán atendidos en las oficinas del juzgado número 2. Una de las funcionarias que habitualmente atiende el registro se acogerá a un permiso por motivos personales y la otra está, actualmente, de baja. Como quiera que el Registro Civil no puede cerrarse, los ciudadanos serán atendidos, aunque en la práctica los funcionarios se limitarán a tomar nota de sus demandas y necesidades, ya que ese departamento requiere de unos conocimientos tan específicos que un funcionario que no haya sido formado para realizar esas labores y manejar el programa informático no será capaz de hacerlo.
Esta paralización práctica del Registro Civil sería una situación puntual y extraordinaria si no fuese porque, a partir del mes de febrero, podría convertirse en crónica. Así lo ha denunciado el Sindicato de Trabajadores da Administración de Xustiza (STAJ). Explican que este departamento cuenta, desde hace once años, con una trabajadora de refuerzo. Pero, tras la huelga judicial, se acordó convertir esos refuerzos en plazas consolidadas. Solo que, en el caso que nos ocupa, esa plaza no se crea en el juzgado número 2 de Vilagarcía, sino en el decanato. «Iso supón que o Rexistro Civil vai estar atendido por unha soa persoa, que xa non é suficiente de ordinario e por iso durante once anos houbo un reforzo. E cando esa persoa que atenda teña permisos ou vacacións, tampouco quedará ninguén alí», explica Enrique Araújo, de STAJ.

Según el sindicato, la titular del juzgado número 2 ya ha transmitido a Xustiza que la pérdida de un profesional supondrá un serio problema y pidió un refuerzo, como también ha hecho el STAJ. A fin de cuentas, hablamos de uno de los registros civiles más grandes de la provincia, con cientos de expedientes abiertos y en el que se expiden una media de 70 certificaciones diarias.
 
Recoger solicitudes
Dejar esa oficina con una única persona supondría que esta no podrá apenas atender al trabajo diario, y que cuando se ausente, quienes precisen de ese servicio tendrán un problema, porque los funcionarios del juzgado «recollerán as solicitudes para que, cando ela volva, as atenda». Eso tendrá una consecuencia clara: el colapso de un servicio imprescindible para resolver trámites revestidos, en ocasiones, de una cierta urgencia.
Otra alternativa sería derivar a ese servicio a uno de los trabajadores del juzgado número 2, pero eso se haría a costa de mermar una plantilla de por sí escuálida y cargada de trabajo. A fin de cuentas, este juzgado, igual que los demás de Vilagarcía, figuran «entre os máis atascados do Estado», según señala Enrique Araújo. A su juicio, en todos los juzgados de la capital arousana hace falta más personal.
 STAJ, sindicato independente e específico de Xustiza, sen subvencións e sen ataduras.