La aprobación definitiva de las cuentas del
Estado para este 2018 -en realidad, para solo seis meses- tendrá un
considerable impacto en las economías de 900.000 gallegos. A partir del martes,
que es cuando está previsto que entren en vigor los Presupuestos Generales tras
su publicación el lunes en el BOE, las nóminas de los empleados
públicos (1460.000) subirán un 1,75 %, y las
de los pensionistas (760.000 jubilados,
viudos, huérfanos...), un 1,6 %. Los incrementos
los ha asumido el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, aunque son una herencia del
PP.
Lo previsible es que estos colectivos vean los incrementos en
sus nóminas de finales de julio o inicios de agosto. Notarán
entre 18 y 20 euros más al mes de media, aunque hay
extremos de hasta 50 euros. Todos ellos, funcionarios y pensionistas, recibirán
además una compensación por los atrasos, ya que este alza tiene un efecto
retroactivo desde el 1 de enero. A los jubilados se les descontará un 0,25 % por
la subida que sí tuvieron en enero.
Ahora bien, hay una cruz a todo lo anterior: el
comportamiento del IPC. La inflación ha seguido escalando,
y en el mes de junio se ha quedado por encima del 2 % (el dato adelantado marca
un 2,2 %). Quiere decir que se come ya la subida de la que disfrutarán esos
colectivos. De esta forma, seguirán perdiendo poder de compra, sobre todo por
la subida de los carburantes y de algunos productos frescos básicos. Esa, la
merma en el poder de adquisitivo, ha sido la gran reivindicación de los
pensionistas desde que iniciaron sus protestas, hace ya cuatro meses.
STAJ, sindicato independente e específico de Xustiza, sen subvencións e sen ataduras.