lunes, 29 de septiembre de 2014

El Gobierno y la Xunta no aflojan la presión sobre los empleados públicos.

Ni la corneta preelectoral ha disuadido al Gobierno de Rajoy de mantener la presión sobre los empleados públicos. Por quinto año consecutivo, el funcionariado tendrá congelada su nómina y solo recibirá la parte de la extra de diciembre del 2012 que había devengado cuando el actual Ejecutivo se la retiró. 
Montoro no ha cedido a las pretensiones de los sindicatos, que esperaban un gesto para frenar la fuerte pérdida de poder adquisitivo, que en Galicia supera el 30 %. Pero las concesiones del ministro en una coyuntura marcada por la llamada a las urnas y la necesidad del Gobierno de reparar parte del daño creado en un sector clave, que emplea a más de 2,5 millones de potenciales electores en España, se limitan a la devolución parcial de la paga extra de diciembre del 2012 y a reinstaurar los días de libre disposición o moscosos (que rebajó de 6 a 3 anuales). La Xunta abonaría ese reintegro entre el 2015 y el 2016. Calderilla en comparación con el calado de los recortes acumulados. Y en Galicia la perspectiva es peor, por la continuidad de las restricciones en las extras durante el 2015.
La Voz de Galicia