La
prensa se ha hecho eco estos días de la información difundida por la Fiscalía
Anticorrupción relativa a un nuevo presunto fraude en los cursos de Formación.
Esta vez en Extremadura, se investiga a la Patronal extremeña CREEX, y a los
sindicatos UGT y CCOO.
El
problema no es que estén fuertemente subvencionados. El problema es que,
encima, presuntamente, hagan un uso fraudulento de las subvenciones.
¿Nos
habrían recortado la extra si no se hubieran destinado tantos millones de euros
a subvenciones a organizaciones sindicales y empresariales? ¿Nos habrían
hurtado las ayudas de acción social? ¿Nos habrían rebajado las retribuciones un
5% en 2013 y 2014? ¿Podría la Administración con parte de ese dinero haber
formado directamente a los funcionarios, ampliando la oferta formativa?
La
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