Hasta cuatro diarios se hacen eco de la intención del Gobierno de utilizar nuevamente a los funcionarios como arma electoral para evitar el descalabro en las elecciones de noviembre. El Gobierno quiere volver a recuperar las buenas relaciones con los funcionarios, después de que en los últimos años los empleados públicos hayan experimentado un aumento en su carga de trabajo, al tiempo que empeoraban sus condiciones salariales, llegando incluso a perder una parte de la paga extraordinaria de 2012 para evitar el rescate.
La estrategia del Gobierno pasa por sentarse en la mesa de negociaciones con los sindicatos para acordar una mejora salarial que iría acompañada del pago de parte de la 'extra' de 2012 y de la recuperación de una tasa de reposición del 100%, según ha informado Expansión.
La persona designada por el Ministerio de Hacienda para conducir las negociaciones es la directora de función pública, Elena Collado, que ya ha contactado con los representantes sindicales para mostrar el interés del Ejecutivo por acercar posturas. La intención es que estas negociaciones den sus frutos antes del próximo 16 de julio.
El gesto del Gobierno vendría acompañado de una partida en los Presupuestos Generales del Estado en la que se contemplaría el aumento de salarios para los más de tres millones de funcionarios. Este incremento salarial se correspondería por el acordado por la patronal para el sector privado, ha destacado la cabecera de Unidad Editorial.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, desafía con esta nueva política a importantes actores internacionales -como el FMI o la Comisión Europea- que han recomendado al mandatario popular que mantenga la política económica que ha aplicado durante los últimos años. Sin embargo, la mejoría en las previsiones y el apoyo de la canciller de Alemania, Angela Merkel, son argumentos suficientes para dotar al Ejecutivo español de la autonomía necesaria a la hora de aprobar estas nuevas medidas.