La insistencia de los altos cargos de la Xunta a la hora de
presentar las supuestas excelencias de la implantación informática en los
juzgados, con el objetivo de eliminar papel y reducir los tiempos en los
procedimientos, molesta a los trabajadores de los juzgados. En el día a día,
según dice un comunicado del Sindicato de Trabajadores de la Administración de
Justicia (STAJ), la introducción del proyecto Lexnet la ven «pésima».
Sin dejar de reconocer la parte positiva que supone la
comunicación desde los juzgados con abogados y procuradores, con la reducción y
práctica supresión del papel, al utilizarse el correo electrónico para enviar
notificaciones, la presentación de escritos y demandas por vía telemática está
creando problemas e incomodidad.
Desde el STAJ resaltan que las demandas entran en el
decanato y una vez que se remiten al juzgado de destino se hace necesario
imprimirlas, con el consiguiente gasto -antes a cargo de los demandantes, al
presentar los originales en papel- para la administración pública, aparte de la
pérdida de tiempo para los funcionarios.
El objetivo del «papel cero» queda, pues, lejos. De hecho,
si un juzgado podía consumir al mes en torno a las ocho cajas de papel, desde
el mes de diciembre se ha multiplicado el gasto, en algún caso hasta
triplicado, según fuentes del sindicato STAJ .