Siempre hubo
límites, pero no había consecuencias. Ahora sí. Con la última reforma de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal, si una instrucción judicial cumple seis meses sin
que el fiscal haya pedido ampliación de plazo (a 18 meses) calificándola como
compleja, tendrá que cerrarse como esté. Ya no se podrá investigar más. Se cerrarán así miles de
casos en toda España. Son
los primeros afectados por la nueva ley, los que estaban abiertos antes del 6
de diciembre del 2015. En Galicia había más de
35.000, según datos oficiales. En España, no se sabe. El
ministro de Justicia habló de que había que revisar 346.000 pendientes; los
fiscales, de casi 600.000. En cualquier caso, todo parece indicar que la
mayoría de los asuntos sí llevarán la firma de los fiscales, pero «sin el
suficiente poso para verlas. De repente te llegan 150
causas y no puedes entrar a verlas con detalle», como explicó a
La Voz Antonio Roma, vocal del Consejo Fiscal en representación de la
Asociación de Fiscales (AF). «Ante la duda, hemos pedido complejidad, es lo que
hemos hecho masivamente», asegura Roma.
Lo mismo plantea Álvaro García Ortiz,
presidente de la Unión Progresista de Fiscales. Sostiene que los fiscales, con
los medios actuales, «no estamos en condiciones de asegurar el control de las
causas, ni de las que se cierran ahora ni de las que vencen en los días
siguientes». Cree que «muchísimas» causas han sido miradas por encima. No les
suena extraño. De hecho, la Fiscalía General del Estado es la que, ante la
avalancha de asuntos que aparecieron en las fiscalías en la última semana,
autorizó a los fiscales a que pidieran la declaración de complejidad (para
asegurar 18 meses de plazo) «incluso con el empleo de dictámenes uniformes». La
propia Fiscalía del Estado valoraba ya, a seis días del cumplimiento del plazo
legal de seis meses, que iba a ser imposible el «análisis pormenorizado» de los
asuntos. «Es la instrucción que nos han dado», afirma García Ortiz, quien cree
que eso ha sido una huida hacia delante: «Nos han dicho que no nos preocupemos,
que si no llegamos, no examinemos la causa y hagamos un modelo pidiendo la
complejidad para aplazar el problema».
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