Según advierten los técnicos del Ministerio de hacienda, al igual que los preferentistas, los que ganen una sentencia deberán de tributar por las costas judiciales ganadas, así como por los intereses indemnizatorios.
Ganar una sentencia en los juzgados sale caro a la hora de hacer la declaración de la Renta de 2015. Según advierten los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), el nuevo criterio adoptado hace poco más de un mes por la Agencia Estatal Tributaria (AEAT) respecto a las sentencias judiciales conlleva mayores cargas fiscales para los contribuyentes a los que la Justicia haya dado la razón.
Ganar una sentencia en los juzgados sale caro a la hora de hacer la declaración de la Renta de 2015. Según advierten los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), el nuevo criterio adoptado hace poco más de un mes por la Agencia Estatal Tributaria (AEAT) respecto a las sentencias judiciales conlleva mayores cargas fiscales para los contribuyentes a los que la Justicia haya dado la razón.
En concreto, la determinación tomada por la AEAT no solo
afecta a los preferentistas, como ya informó Gestha, sino que cualquier
ciudadano al que una sentencia judicial reconozca el abono de las costas, tanto
por ganar el pleito como por temeridad procesal de la parte contraria, tendrá
que incluir
el importe de las costas en la base liquidable general del IRPF,
aumentando la progresividad de los sueldos, pensiones, resultados de los
autónomos o alquileres declarados.