El Consejo
de Ministros no aprobará los presupuestos del próximo año el viernes
y, en consecuencia, no podrá enviarlos en plazo al Congreso. El Ejecutivo da
por hecho que deberá prorrogar los actuales aunque sea sólo unos días. El
ministro de Hacienda ha confirmado que
por ahora no comenzará la tramitación parlamentaria de las cuentas de 2018
porque "no tenemos la seguridad en los apoyos", ha dicho en
referencia a la necesidad de contar con el voto de otros grupos parlamentarios.
Un Gobierno "en minoría", ha explicado en los pasillos del Senado, "está
obligado a recabar los apoyos y no los tenemos". En estos momentos el PNV, con la situación de Cataluña no es partidario de abordar la negociación de las
cuentas del próximo año.
Esta es la razón que obliga al Gobierno a retrasar su
aprobación, en contra de lo que había previsto. Montoro ha abierto la
posibilidad de que se aprueben de manera definitiva "a principios de
enero" de 2018 pero, aunque según este calendario, se trata sólo de un
retraso de unos días, esta circunstancia obliga al Ejecutivo a prorrogar los
actuales. El límite para aprobarlos y presentarlos en el Congreso expira el
sábado. Fuentes gubernamentales apuntan a que si pudieran enviarse en un par de
semanas aún sería posible aprobarlos definitivamente antes de fin de año. Pero
el ministro no ha dado fuelle a esta opción y se ha referido en todo momento a
que el Congreso los apruebe en enero. Por ello se ha esforzado en transmitir
que no hay un "vacío legal" porque los de 2017 quedan
"automáticamente prorrogados".
El ministro de Hacienda no ha querido situar el foco en el PNV y
ha apelado a la responsabilidad de otros grupos, en alusión al PSOE.
Incluso ha asegurado que no tienen que ser "los mismos socios" pero
ha apuntado, como modo de ejercer presión a los nacionalistas vascos, que las
cuentas del próximo año incluyen mejoras y subidas de sueldo a los
funcionarios.
(Fuente elmundo.es)