Estimados compañeros funcionarios
de justicia:
Antes de comenzar esta carta
quiero dejar claro que nunca he estado afiliado a ningún sindicato y que no
guardo simpatía por ningún partido político concreto.
Explicado este extremo, me centro
en el asunto que me preocupa. Me he cansado de oíros repetir en contadas
ocasiones que se debe respetar vuestro derecho a no hacer huelga y eso hacemos
la gran mayoría de mis compañeros. Reflexiono a menudo sobre los motivos que os
impulsan a no hacer huelga, pero sigo sin comprender que es lo que os impide
secundar esta movilización respaldada por cerca del 90% de vuestros compañeros
y que cuenta con la unión de los siete sindicatos de justicia. Eso me hace
plantearme una nueva cuestión ¿Quizás seamos nosotros los que estamos
equivocados?
Sinceramente, creo que no. Nuestras
pretensiones no son una utopía. Reclamamos algo lógico y justo, como es una
equiparación salarial con CCAA similares a la nuestra, recuperando de ese modo parte
de la capacidad económica que nos ha sido usurpada durante la crisis económica.
Pretendemos que no se nos criminalice a la totalidad de los funcionarios cuando,
esporádicamente, nos enfermamos y que no amorticen constantemente puestos de
trabajo cuando un sector mayoritario de la sociedad no se muestra satisfecha
con el funcionamiento de la administración de justicia. También parece lógico
que el que haga una sustitución vertical cobre el sueldo correspondiente al
cargo que desempeña.
Llegados a este punto, intento
comprender los variados argumentos en los que os basáis para no hacer huelga:
Motivos económicos. En mi caso ambos somos funcionarios de
justicia, tenemos una hipoteca con muchos años pendientes de amortización e
hijos en edad escolar. No creo que nuestra situación sea tan boyante, pero nos
moriríamos de vergüenza si no apoyásemos a nuestros compañeros que, además de
reclamar algo justo y nada desproporcionado, se encuentran en una situación
similar a la nuestra. Prefiero recurrir a tener que pedir ayuda económica antes
de rendirme ante los que nos despreciando de un modo tan deliberado. Sí,
compañeros. Día a día siguen mintiendo en la prensa, una batalla que siempre
estará perdida de antemano, poniéndonos como a unos egoístas, pero parece no
importaros. ¿Recordáis que hasta suprimieron la posibilidad de pedir días de
asuntos particulares durante unas horas? ¿No os parecen desproporcionados los
servicios mínimos que nos han impuesto? Entiendo que alguno de vosotros no
podáis asumir una huelga duradera, pero, sinceramente ¿no podéis ayudarnos haciendo
huelga días sueltos?
Soy interino. Recuerda que en este momento estás trabajando y que
el compañero titular que seguramente te ayudó a adaptarte a tu órgano judicial
y a las funciones que desempeñas en el mismo puede que esté haciendo huelga. ¿No
consideras que es lo mínimo que deberías hacer por él?
No es el momento. Esta es la que más me gusta de todas porque nos
tacha de egoístas a los que al igual que vosotros ejercemos nuestro derecho a
la huelga. Igual que nos callamos y aguantamos cuando las cosas iban mal, si no
lo hacemos ahora que los partidos políticos se jactan del crecimiento de la
economía, no sé cuándo lo vamos a hacer. ¿Acaso creéis que si no reclamamos
nuestros derechos mediante una huelga algún político va a valorar nuestro trabajo
como premian su propio esfuerzo año tras año? Y lo de fundamentarlo en la
situación económica de los demás trabajadores es mezclar ajos con cebollas
porque esta no es igual para todas. Y quizás lo más justo sería valorarlos y
apoyarlos cuando ellos también tomasen la decisión. Mal de muchos, ¿consuelo de
tontos? Me niego a pensar así.
Me llega el sueldo que tengo. (como si
nuestro único interés fuese el económico). En este argumento incluyo a varios
tipos de compañeros: A los serviles del partido político en el gobierno, con
los que me niego a perder el tiempo porque incluso tienen más que decir que
nosotros, a los que tienen más ingresos por otros lados, a los que le quedan dos
días en el convento y a los que realmente admiro: A los solidarios. A estos
últimos, los verdaderamente desinteresados, los felicito de corazón. Es tal la
admiración que siento por vosotros, que, como sé que la administración no os
permitiría renunciar a una posible subida de salario, me he tomado la molestia
de adjuntaros los enlaces de algunas ONG´s a las que generosamente podríais
donar dicha subida, aunque estoy convencido de que conociendo vuestro ánimo
caritativo, ya las conoceréis:
Al resto de funcionarios, a los
que sois egoístas como yo, deciros que admiro vuestro esfuerzo y dedicación,
aunque para mí la huelga no será un éxito hasta que la secunden el 100% de los
trabajadores. Creo que o somos todos un equipo o siempre estaremos sometidos a
los palos de los oportunistas que nos gobiernen.