Desastre LexNet. Es la forma en
la que cientos de miles de abogados, procuradores y algunos colectivos de las
fuerzas de seguridad han definido durante los últimos días lo que está
ocurriendo con LexNet. Se trata del sistema telemático para
gestionar las notificaciones entre los juzgados y los profesionales del sector,
un sistema que la semana pasada quedó fuera de juego tras
descubrirse un grave fallo informático.
LexNet resucitó el pasado domingo por la
noche, pero este lunes volvió la confusión, con errores y reportes de nuevos
fallos preocupantes. Ahora, todo un colectivo de
profesionales pide explicaciones. Por un lado, al Ministerio de Justicia; por
otro, y especialmente, a las empresas contratadas por este que han creado lo
que ya se está calificando como la mayor chapuza informática de los últimos
años pagada con dinero público.
Pese a
tratarse de adjudicaciones de la administración, la información pública
disponible sobre cuáles son las empresas que han estado involucradas en el
desarrollo de LexNet es prácticamente nula. Y no será por no
haber enviado solicitudes de acceso a información al Ministerio de Justicia. La
más reciente, tramitada por un grupo de abogados, entre ellos Javier de la
Cueva o David Bravo, data de abril del 2016. En ella se pedía a Justicia dos
cosas: una "copia de toda la contratación administrativa relativa a la
aplicación informática LexNet (tanto convocatorias como adjudicaciones) desde
el año 2000 hasta hoy" y, la otra, "el acceso al código fuente".
¿La respuesta? Opacidad.
"El
Ministerio de Justicia ha facilitado solo parte de la información. No confirman
quién está detrás ni qué empresas están subcontratadas. Pedimos a Hacienda
también los datos, pero nos dijeron que imposible. Está todo organizado para
evitar responsabilidades", explica Javier de la Cueva a Teknautas.
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