martes, 18 de abril de 2017

Riesgos psicosociales: indemnización de daños y perjuicios

No son pocos los asuntos que llegan a los Tribunales de lo social sobre situaciones de incapacidad laboral que tienen su origen en una dejadez de la empresa de sus obligaciones de protección de la salud, en concreto el de evaluar y prevenir el riesgo psicosocial al que puedan estar expuestos sus empleados.
Cuadros depresivos, ansiedad generalizada, en relación con una situación de alta conflictividad en su puesto laboral, pueden desembocar en una baja laboral, temporal o permanente.
El accidente laboral tiene su origen en esta omisión del deber de prevención de la empresa. Porque la salud física está muy relacionada con la psicológica.
Acreditado el origen laboral de la incapacidad (primero temporal y luego absoluta) de un trabajador se determinará el incumplimiento por parte de la entidad empleadora de sus deberes de protección de la salud al comprobarse la inexistencia de evaluación del riesgo psicosocial del trabajador además de la omisión de actualizar cualquier método o mecanismo de prevención del riesgo psicosocial.
para determinar la causalidad del incumplimiento empresarial sobre el daño del trabajador son valorables distintos factores. Pero entre ellos no está el introducir previsiones hipotéticas o de futuro. La cuestión es a la inversa: los riesgos psicosociales se han estudiado y protocolizado de manera que evitan en muchos casos el deterioro de la salud del trabajador. 
Cuando se agotan en su desarrollo es cuando el empleador queda libre de su responsabilidad, pero si no los articula lo que hay que presumir es que su omisión ha sido un elemento coadyuvante del perjuicio final ya que si los hubiese actuado, los habría mitigado, soslayado o reducido.
En definitiva, la compensación econónica por daños y perjuicios morales, en ningun caso compensan el importante deterioro de la salud consecuencia de la situación laboral sufrida, porque los daños morales pueden ser palmarios y significar un calvario de una interminable baja y unas penosas limitaciones para la vida individual, familiar y social, como son la ansiedad y las depresiones.